El receptor y emisor están integrado en la misma carcasa. El sensor detecta el sonido reflejado por un reflector instalado de forma fija. El sensor se activa en cuanto un objeto interrumpe el recorrido entre sensor y reflector.
Ventaja: independencia de las características del objeto, fiabilidad de la señal incluso en el caso de objetos de reflexión extremadamente débil o difusa o con absorción acústica.