La estabilidad biológica forma parte de la conservación segura de la cerveza: reducción de la tendencia al enturbiamiento con una espuma óptima. El proceso de filtración requiere mucha energía y elementos auxiliares de filtrado. Su uso se convierte de forma óptima en un buen producto final mediante el ajuste de los parámetros adecuados, la temperatura, la presión diferencial o los caudales.